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sábado, 23 de abril de 2011

UNA EXPERIENCIA HACIA LA MUERTE - UNA CARRERA DE MARATON DIFERENTE

Era un día normal como otros nublado con un poco de sol, pero también era el comienzo de la Semana Santa.

En la noche antes estuve pensando ir a casa de mi hija a buscar una mesa y varias sillas y en el camino verificar la dirección del Departamento de Recreación y Deportes donde tengo una Conferencia de Prensa el 27 de este mes, para luego ir a Buchanan de Compras.  Esa misma noche sentí un pequeño pero agudo dolor debajo del brazo izquierdo, ya lo había tenido antes y lo achaque a unos gases que se resuelven con Prevacid.

En la mañana nos levantamos, Judith mi esposa, ya estaba en el Gimnasio, solo era cuestión de esperarla para irnos.  Aun el dolor debajo del brazo estaba, pero solo eran gases, pensaba yo.  Judith llego del Gimnasio y salimos hacia nuestro destino bajo un poco de sol y sombra ya que estaba nublado el día.  Se veía un día como triste, pero nunca pensé en la sorpresa que Dios me tenía hoy.

Llegamos a nuestro primer destino el Departamento de Recreación y Deportes y nos encaminamos hacia Buchanan, no sin antes llamar a mi hija Judiness para avisarle de nuestra visita y recoger las sillas y la mesa.  Al verle la cara a mi esposa Judith sabía que deseaba ir a dar una vuelta y le pregunte si  quería ir a Buchanan, lo cual respondió afirmativamente y nos encaminamos hacia allá.

Ya en Buchanan comenzó el dolor debajo del brazo nuevamente, pero esta vez más agudo y fuerte.  Era como si te estuvieran pasando el pecho de un lado al otro en dirección recta donde se reflejaba el dolor en el frente y la espalda y comenzó a sudar frio y perder fuerza en mi mano izquierda.  Todos los pronósticos eran que había algo raro, malo y peligroso.  Pensé aunque no quería hacerlo en dos cosas, es una vena tapada con colesterol y esto es un infarto, pero me negaba a creerlo debido a mi condición de atleta y maratonista.  En ese momento recordé la muerte de mi madre que nació en Caguas y murió en Fajardo.

Llame a Judith ya que habíamos entrado al PX pero salí a tomarme una Alka-Setzer, aun pensando que eran gases.  Comprendí que esto era de vida o muerte y llame a Judith nuevamente para que me llevara al Hospital.  Su primera decisión fue ir al Dispensario de la Base de Buchanan, ya que estábamos aquí y siempre con la mentalidad de salvarme mi vida primero.  Al atenderme la Enfermera me tomo la presión y estaba en 189, pensé que era alta pero la cara de ella y Judith me indicaron peligro y preocupación.  Solo quedaba ir al Hospital más cercano, según me indico la enfermera.

Salimos hacia Caguas y la primera opción era ir a almorzar y luego ir al Cergy Center, pero sabía que mi vida estaba en peligro y le pedí ir al Hospital HIMA, que después podíamos hacer lo otro.

Yo he corrido tantos Maratones que ya ni recuerdo cuantos y los he sufrido todos ya que uno expone el cuerpo al máximo.  Recorde que siempre le digo a los muchachos en un Maraton; que lo Importante es Salir, No Pararte en la Carrera y Llegar a la Meta y Olvidarte del Tiempo que Hagas y sabia que eso lo tenia que aplicar hoy aqui para salvarme mi propia vida.  Pero fueron los 30 o 35 minutos más largos de mi vida donde me vino a la mente mi hija Julliana, mi esposa, hijos, amigos, estudiantes y todo lo que se me iba saliendo de las manos, mientras la muerte y el tiempo jugaban conmigo en esta difícil Ruta de Buchanan a Caguas.

Judith buscando alternativas de hospitales más cercas, bajo por la Carretera #1 en vez del Expreso y había luces, tapones y un tránsito pesado mientras mi vida se prendía de un hilo entre un dolor intenso, una presión arterial de 189 y mi vida en juego en este ultimo maratón.

Por fin llegamos a Caguas, aun con el dolor más intenso, sudoración fría y mi mano izquierda ya sin fuerzas, ya que sabía que tenía un Infarto Masivo y que era cuestión de vida o muerte.  Mi esposa dice siempre que Dios obra por caminos misteriosos.  

Llegamos al Estacionamiento del Hospital HIMA, en Emergencias y el portón estaba abierto y vacio el área y entramos.  Un guardia muy amable nos recibió y pasamos a la Sala de Emergencias.  Para mi sorpresa solo había 2 personas en la sala.  Pensé esto es obra de Dios nuevamente.  Pasamos al área de enfermería y me dirigí hacia ellos y Judith fue a llenar los papeles, pensé esto debe esperar, porque esto es de vida o muerte lo mío.

La primera figura que vi fue a Danny un Enfermero Graduado de la Universidad donde soy Profesor.  Me le acerque y le dije " Ayúdame que estoy jodio, necesito que me atiendas ", Danny lo comprendió al momento al verme mi rostro.  Enseguida me vi con un medicamento puesto por vena, sacándome un electrocardiograma y la Dra. Myriam Cruz que me atendió enseguida para estabilizarme y su atención fue la clave para estar yo hoy escribiendo esto.  La doctora ya había hecho los arreglos por teléfono para transferirme al HIMA de Bayamón ya que en ese momento no había un Cardiólogo bueno para bregar con mi caso y los especialistas estaban disponibles allá.

La doctora Cruz me dijo, no te preocupes que te vamos a estabilizar y vas para HIMA Bayamón donde te harán un Cateterismo o te operaran hoy mismo de corazón abierto.  Ahí en ese momento sabia que Dios estuvo siempre conmigo y que hoy yo no iba a morir por ahora.

Danny estaba tan o más nervioso que yo y en su rostro me indicaba que estaba haciendo todo lo que había aprendido como enfermero en la universidad para salvar mi vida.  Tanto fue su compromiso que me dijo no te preocupes Monty que yo voy contigo en la ambulancia.  Salimos en una ambulancia con un medico, mi esposa, 2 paramédicos y Danny hacia el hospital de Bayamón.  Ya en el camino estaba un poco más estable, aunque sabía que esto era serio y que naturalmente me iban a hospitalizar.

Por fin llegamos a la Sala de Emergencias del hospital HIMA de Bayamón y me estaban esperando, según me dijo la Dra. Cruz de Caguas.  Una enfermera me pregunto; " usted es Pedro Montañez a lo que le conteste que si ", pues pase que va para la Sala de Operaciones para un Cateterismo.  La Sala de Emergencia estaba llena de gente, pero yo pase con un pase VIP hacia un destino un poco más alentador y seguro pero aun así incierto y peligroso.

Mientras pasamos los pasillos y doblábamos hacia el otro mi pensamiento era mi hija Julliana, mi esposa que estaba a mi lado, que pasaría si yo les faltara pero algo me decía que había alguien mas allí conmigo, además, de Danny, un Doctor, los dos Paramédicos, mi esposa Judith y era Dios que me llevaba también arrastrándome en la camilla y me sentí tranquilo al sentir su presencia allí.

Por fin me encontré con un “counter” y dos enfermeras que preguntaron nuevamente, " usted es Pedro Montañez, pues pase que el médico lo está esperando.  Cuando entramos todos, había un medico sentando como esperando a alguien y entro en ese momento otro médico alto con ropa sport y unos tenis de “joggear” y no se porque me dieron confianza y sabía que era el medio, que estaba en buenas manos.

Al momento llenaron los papeles de autorización y mientras leía me dijo, " usted se supone que no este aquí vivo, tuvo un Infarto Masivo, tiene las tres arterias principales tapas a un 100%, 75% y 70% y la principal esta obstruida completamente, se refería a la del 100%.  Te voy a hacer un cateterismo, tu vida depende de esto y si no funciona te voy a operar de corazón abierto.  Seguido me dijo te salvaste porque eres un atleta y tu corazón esta fuerte y resistió, vinistes a tiempo,ademas, tu edad te ayudo mucho, otra persona hubiera muerto en el camino.

Al momento me encontré en una camilla en una Sala de Operaciones y unas enfermeras afeitándome el brazo derecho y la pierna cerca de la ingle.  El médico optaría por donde iría a hacer el procedimiento mientras me inyectaron un sedante y me fui del mundo, mientras hablaba con ellos.  Vine a despertar nuevamente ya con el cateterismo hecho por el brazo derecho y el médico mostrándome en su celular lo que la cámara había gravado del procedimiento, el corazón y las arterias tapadas.

En segundos estabas nuevamente viajando hacia la Sala de Intensivos donde me recibió Enfermera Andujar que es toda una profesional y un amor como persona.  El personal en turno todos me atendió con una calidad de servicio superior, siempre les estaré agradecido a todos.  

Hoy martes después de todo este trauma entre la vida y la muerte vino mi familia, amigos de la pista y por primera vez supe lo que es estar en un hospital como enfermo ya que nunca me había enfermado seriamente y mucho menos había sido hospitalizado.  Al ver todos estos familiares y amigos me deprimí mucho y estuve llorando por lo impotente que me sentía, no podía levantarme de la cama en ningún momento, me tenia que dejar bañar en la cama y no me permitían ni levantarme para ir al baño, cosa que después puede negociar con mi ángel guardián la enfermera Andujar al igual que la enfermera Grecia que me confortaron y me dieron ánimo para vivir y recuperarme aunque el Doctor me había dicho que posiblemente en buen tiempo pueda volver a correr maratones a nivel competitivo.

En este momento estoy escribiendo estas memorias sobre la vida y la muerte.  Hoy comprendí el valor de unos amigos, servidores públicos y la familia y me dije, " pudo haber sido peor, me hubieran operado de corazón abierto, hubiera muerto o me harían el cateterismo que fue lo más afortunando que me paso.

En estos dos días he comprobado lo importante que es estar vivo y vivir la vida con intensidad cada día y demostrarle el mismo amor y cariño a tus amigos y familiares queridos.  Termino esto esperando que me den de alta para regresar a mi hogar con una nueva oportunidad de vivir y como dice el refrán " Uno sabe donde nace, pero no sabe dónde va a morir”

Dios es Grande y Poderoso y por esto le estoy agradecido por esta nueva oportunidad de vida y no la voy a despreciar.


Prof. Pedro Montanez Rodriguez
Memorias de Monty
Hecho de la Vida Real
Semana Santa del 18 al 22 de abril del 2011